06 2017

Signos de alarma

Salud cardiovascular

¿Cuál es la diferencia entre infarto de miocardio, paro cardiorrespiratorio y accidente cardiovascular ¿Cómo reconocer sus principales signos y síntomas? ¿Cómo se debe actuar en cada caso?

Infarto de miocardio

Un infarto cardíaco ocurre cuando se obstruye el flujo sanguíneo en una de las arterias del corazón. Las arterias coronarias empiezan a acumular colesterol y otras sustancias que forman placas en su interior; éstas van estrechando la luz de los vasos y los endurecen, lo que limita el pasaje de la sangre. Si el vaso se ocluye, ocurre el infarto: la parte del corazón que no recibe sangre se queda sin oxígeno ni nutrientes, lo que produce sufrimiento de las células cardíacas y puede llevar a la muerte del músculo.

Con tratamiento médico intervencionista urgente puede reducirse el daño. Cuanto más tiempo transcurra desde el inicio de los síntomas hasta el tratamiento, mayor es el riesgo de generar un daño irreversible y la muerte de una sección del músculo cardíaco, lo que puede llevar al desarrollo de insuficiencia cardíaca.

Signos y síntomas

Si bien algunos infartos son repentinos e intensos, la mayoría suele empezar lentamente, con un malestar o dolor que puede ser leve. Los síntomas principales son:

•Sensación de opresión o dolor en el centro del pecho, que puede ser intermitente.

•Dolor o malestar en un brazo (principalmente el izquierdo) o en ambos, en la espalda, el cuello, la mandíbula o el estómago.

•Falta de aire.

•Sudor frío, náuseas o mareo.

Los síntomas de infarto en las mujeres pueden ser diferentes. Incluso, pueden no tener un dolor opresivo en el pecho, pero sí experimentar ardor en la región superior del abdomen, mareos, malestar estomacal y sudoración. 

Los pacientes diabéticos también pueden presentar síntomas atípicos (como decaimiento, sudación, vómitos, disnea o confusión mental), lo que puede llevar a una demora en el diagnóstico.

SI una persona presenta estos síntomas, se debe llamar de inmediato a la emergencia móvil o al 911.

Paro cardíaco

Un paro cardíaco súbito se produce cuando el corazón deja de latir o lo hace con un ritmo patológico, incompatible con la función de bomba. Las causas pueden ser muchas y diversas, como la enfermedad coronaria, las alteraciones del ritmo cardiaco y algunas condiciones genéticas. Las personas con enfermedad cardiovascular conocida tienen mayor probabilidad de sufrir un paro cardiaco, pero éste también puede producirse en individuos que parecen sanos y no saben que tienen un problema cardíaco.

Signos y síntomas

El primer signo de paro cardíaco es la pérdida de conocimiento. Algunas personas pueden sentirse mareadas inmediatamente antes de desmayarse. Cuando el corazón se detiene, inmediatamente también se suspende la respiración. 

Un paro cardíaco súbito debe tratarse inmediatamente con un desfibrilador (disponible en lugares públicos y empresas), que envía una descarga eléctrica al corazón para restablecer su ritmo. Si una persona sufre un paro, llame de inmediato al 911 o a una emergencia móvil y practíquele reanimación cardiopulmonar (RCP) hasta que la desfibrilación esté disponible.

ACV

Un accidente cerebrovascular (ACV) ocurre cuando el flujo de sangre a una parte del cerebro se detiene. Esto implica que esa sección no puede recibir nutrientes y oxígeno, por lo que las células cerebrales pueden morir, causando daño permanente.

Existen dos tipos principales de accidente cerebrovascular:

• Accidente cerebrovascular isquémico: cuando un vaso que irriga al cerebro resulta bloqueado por un coágulo de sangre o placa.

• Accidente cerebrovascular hemorrágico: cuando un vaso de una parte del cerebro se debilita y se rompe.

El principal factor de riesgo para el ACV es la hipertensión arterial, pero también inciden la fibrilación auricular, la diabetes, los antecedentes familiares, tener colesterol alto y ser mayor de 55 años de edad. 

Signos y síntomas

Para recordar los signos del ACV, se utiliza regla "de las 5 C". 

Cuerpo: Debilidad o parálisis en una mitad del cuerpo; puede ser la cara, un brazo o una pierna.

Confusión: Presentación súbita de problemas para hablar o entender.

Ceguera: Pérdida repentina de la visión en un ojo o ver doble.

Caminata: Alteración repentina para caminar o falta de equilibrio.

Cabeza: Dolor de cabeza severo, repentino y persistente.

Ante cualquiera de estos signos, aunque sea sólo uno, se debe buscar atención médica lo antes posible. El tiempo que transcurre a partir de la presentación de estos síntomas es determinante en el tratamiento y en la evolución del paciente.