Hombres y mujeres comparten la falsa percepción de que los problemas cardíacos afectan principalmente a los varones. Y es justamente esta creencia la que hace que ellas se cuiden menos, estén menos atentas a los síntomas y, en consecuencia, consulten más tarde, lo que se traduce en infartos más graves y en más muertes.
Cada día fallecen 13 mujeres y 11 hombres en Uruguay por enfermedades cardiovasculares; éstas constituyen la primera causa de defunción de los uruguayos. Sin embargo, en una encuesta realizada en el año 2013 por el Comité de Cardiopatía en la Mujer, de la Sociedad Uruguaya de Cardiología, más de la mitad de las encuestadas nombró al cáncer como el principal problema de salud. Desde entonces, la organización comenzó a difundir este problema, para sensibilizar a la población sobre la importancia de llevar estilos de vida saludables, y de realizar un correcto diagnóstico y tratamiento en las mujeres.
Las enfermedades cardiovasculares pueden reducirse un 80 % si se corrigen los factores de riesgo modificables, que son el tabaquismo, alimentación inadecuada, obesidad, sedentarismo, hipertensión, diabetes, estrés y colesterol alto.
Por otra parte, es fundamental que la población conozca los signos y síntomas de infarto, que en las mujeres en algunos casos, pueden ser diferentes; ellas pueden no tener un dolor opresivo en el pecho, pero sí experimentar ardor en la región superior del abdomen, dolor en los brazos, cuello, espalda, mareos, malestar estomacal y sudoración. El desconocimiento del vínculo entre estas sensaciones y el infarto hace que generalmente consulten más tarde. “El minuto es músculo. Cuanto más demora en consultar, el infarto es más grande”, señala Mónica Giambruno, jefa de Cardiología clínica de Cardiocentro y presidenta del Comité de Cardiopatía en la Mujer.
Si bien es cierto que las mujeres cuentan con una protección hormonal hasta el climaterio, cada vez es más frecuente ver mujeres premenopáusicas con problemas cardiovasculares. La población femenina es más propensa a fumar, a tener hipertensión, diabetes y sobrepeso, todos factores de riesgo que tienen una fuerte incidencia en estas enfermedades.
En los hombres, el número de muertes por causa cardiovascular ha descendido más que la mujeres en la última década, porque se ha trabajado ampliamente en prevención y por el correcto tratamiento de esas patologías. En la medida en que las mujeres estén informadas, modifiquen sus hábitos y consulten a tiempo, las estadísticas también irán cambiando a su favor.