Por vía percutánea, se coloca un catéter en el corazón que provee las imágenes intracardíacas, permitiendo la evaluación anatómica y funcional contínua del corazón durante procedimientos intervencionistas.
Este método de imágen suplanta a la ecocardiografía transesofágica en procedimientos tales como la ablación de arritmias y el cierre percutáneo de la orejuela izquierda.
La mayor ventaja de esta técnica es que se realiza por vía percutánea, evitando las molestias y riesgos asociados con la anestesia general. El uso de la ecografía intracardíaca ha permitido reducir la duración de los procedimientos y la exposición a la radiación.